martes, 12 de julio de 2016

Tú/Mi cubo de Rubik





Tú/Mi cubo de Rubik


Te encontré: multicolor, pero en fragmentos; cuadrada, pero en espiral, siempre en espiral. Y vertí mis tripas hacia arriba esperando que no lloviera, encendido el cuarto oscuro que teme ser cegado. ¡Mira, son mis piernas, puedes andar con ellas!, dije, para que me acompañaras a lo desconocido, dije, a gritos de susurro de mudo, como yo solo sé. Y palpé y pulsé y giré y bailé. Del rojo al verde y del blanco al azul; alineando confesiones en un naranja coincidente, reincidente y adictivo. Y abrí mi cabeza, a golpes de piolet del cristal multicolor de tus ojos de gata muerta, haciendo de mí la caja negra del avión de tus secretos. Y, palpando y pulsando y girando y bailando, fui vistiendo tus múltiples caras de todos tus colores, todos queridos. Y te di mis intenciones de ingeniero obstinado en resolver el enigma de nuestras sonrisas deshilachadas. Y palpé y pulsé y giré y bailé. Del rojo al verde y del blanco al azul. Y escuché un clac, y tu mecanismo se detuvo, todo se detuvo. Y esperé... esperé con la inocencia del niño perdido, esperé para después desesperar con el pellizco del padre angustiado. Y tus colores se desprendieron en cuadrados de a nueve, dejando a la luz un cubo de plástico: negro, liso y sin ornamentos, pero con unas espirales cinceladas con líneas aún más negras, líneas que nunca llegarán a tocarse. Y dejé de palpar y pulsar y girar y bailar. Y me detuve, gris, y lloré ceniza. Y me fui para, desde la puerta, mirar atrás y recordar cada uno de aquellos colores, todos queridos. Y tragué en una saliva negra una pregunta que ya nunca te haré. 



miércoles, 23 de marzo de 2016

Micro relato. ÉL





Él
Ya liberado del alzacuellos, la sotana y los calzoncillos, apuro el vino sobrante de la homilía. Abro la biblia y leo en voz alta: «Busquen, como los niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por medio de ella crezcan y sean salvos, si es que han probado ya la bondad del Señor. 1 Pedro 2:2-3 RVC».
Él me espera en una esquina; con su mirada en oblicuo, perdida, mucho más allá del enlosado de la sacristía al que apuntan sus ojos.
Me acerco y le susurro:
—¿Sabes que toca, hijo?
—¿Honrar a dios...?
—Así es.

domingo, 10 de enero de 2016








Eres mi insatisfacción; 
tú, mi fetiche.

Eres esperanza y fe en mi yo pasado; 
tú, mi yo perdedor.

Eres mi estómago vacío; 
tú, mis entrañas desentrañadas, mi intestino malherido.

Eres mi yo más lejano; 
tú, allí.

Eres. 
Que ya mucho es ser en este sinsentido... 



martes, 22 de diciembre de 2015

8, 7, 6...



Por fin ha visto la luz mi primera novela, corta, eso sí, pero novela a fin de cuentas. Por ahora está disponible en formato digital en la tienda de Amazon. Espero poder anunciar pronto que su versión en papel está también disponible (solo es cuestión de días). Muchísimas gracias a todos por vuestro apoyo.

A continuación os dejo el enlace a Amazon y la sinopsis de la novela:

------------------------------------------------------------------------------------------------------------


http://www.amazon.com/dp/B019PBEPA0?ref_=pe_2427780_160035660


------------------------------------------------------------------------------------------------------------


8, 7, 6…


2051. El mundo no ha cambiado mucho desde que la primera nube letal se extendiese por la superficie terráquea: el poder y los recursos se reparten entre una pequeña élite que controla tras bambalinas el devenir de los cambiantes gobiernos y, en consecuencia, de sus ciudadanos. Miroslav despierta en las tripas de una carraca motorizada rumbo al infierno. Es un invitado más a uno de esos juegos que les encanta contemplar a esa pequeña minoría deshumanizada. Pero Miroslav Kuzanovic no es un cualquiera, es de ese tipo de personas capaz de tomar las decisiones adecuadas si el objetivo es sobrevivir; y en un juego en el que siempre se termina muerto eso es un problema. 8, 7, 6… la cuenta atrás ha comenzado.



viernes, 30 de octubre de 2015

Micro relato. LA CRIATURA.




LA CRIATURA
Pensó que no sería mala idea cruzar por aquel sitio a aquellas horas. A fin de cuentas, no todo lo que dice la gente es cierto. Era ese un mantra que aplicaba tan a menudo que terminaba por llevarlo justo al extremo opuesto.
Quizá si hubiera esperado unos segundos más antes de decidir la hubiera visto pasar. Pero, con el vodka y los canutos embotando sus sentidos, no iba a invertir su tiempo en dudas.
La embestida fue brutal. Aquella cosa primero lo cegó, dejándolo indefenso ante su ataque. Después, al chaval solo le quedó encajar una súbita sucesión de golpes en los que la agresora hizo valer su peso y su potencia.
La noche del 31 de Octubre del 2015, una masa sanguinolenta expiraba entre estertores sobre el asfalto. La última imagen que pudo ver desde su atropellada horizontalidad fue la de una autocaravana huyendo a toda pastilla por la M-30.

jueves, 29 de octubre de 2015

Micro relato. DETOX



DETOX

Se echó a la calle dejando atrás su casa. Aquel sitio era ahora un contenedor infame de poderosos hologramas de ella: en la cocina, en el balcón, en la ducha... entre las sábanas...
Anduvo por su barrio, ignorando recuerdos mucho más pretéritos: de las peripecias cotidianas de su infancia, de sus primeros besos, de sus mil intentos y sus pocas victorias inesperadas. Pero cada impronta del pasado era violada, una y otra vez, por aquellas tres palabras, las mismas que en otro tiempo solo fueran dos.
Es curioso como todo lo que pesa se vuelve más liviano con el tiempo, pensó. Con el tiempo... sí.
Vagó sin rumbo por toda la ciudad.
En la calle Mediterráneo revivió una reconciliación de un año atrás; en la ribera del río, unas castañas compartidas; al pasar por la puerta del "Rock-a", una de sus borracheras del quince; y en todos y cada uno de aquellos sitios sintió que no podía escapar de la más implacable de las jaulas, uno mismo.
De vuelta, decidió internarse en el barrio de San Julián, una mustia concatenación de casitas bajas que ambos detestaban; lugar al que nunca llegaron a entrar juntos.
Cinco minutos más tarde estaba imaginando como hubiera sido hacerlo con ella.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Micro relato. PUTOS FRIKIS.




PUTOS FRIKIS
-¡Putos frikis! -esputó y volvió a asomarse por la ventana.
Seis metros más abajo, una miríada de otakus correteaban hacia el salón del manga.
Bernardo acumuló a marchas forzadas toda la saliva que pudo, forzó con un carraspeo que el verde de su incipiente resfriado se mezclara con la parte más líquida de su regalito, y lo dejó caer. Newton hizo su trabajo y el rostro de un naruto en la treintena recibió la ráfaga líquida.
-¡Hijo de la gran puta! ¡Tus muertos, cabrón! ¿Quién ha sido, eh? ¡Baja, cabrón!
El hombre sonrió convenientemente escondido.
Cuando dejó de escuchar al insistente chico, se apuró a terminar de ponerse su camiseta del Villanovense de la cascarria C.F. y su bufanda a juego, para terminar de equiparse con un pito naranja de estos de hacer un ruido del averno.
Abrió la puerta y se fue al campo, como todos los domingos.
-¡Bah! ¡Putos frikis!